INSABI: La caída del Halcón Negro

LA HORA DEL TÉ: El sistema de salud en México enfrenta retos en la administración pública, con cambios constantes y la necesidad de programas sustentados y sostenibles. El IMSS Bienestar y BIRMEX, junto con la nueva República Sana, buscan innovar y mejorar la infraestructura y contratación pública en salud.

Si bien, es correcto entender que en México el sistema de salud ha luchado técnica y presupuestalmente para llegar a un objetivo claro: ser un bastión en la administración pública. Y la realidad que cada seis años atraviesa es la implementación de diferentes modelos que dejan al descubierto el desconocimiento de dos factores claves, las necesidades reales de los mexicanos y puesta en marcha programas en el sector salud que deriven de políticas públicas sustentadas, sostenibles, analizadas y aterrizadas sobre la maquinaria de la Administración Pública que desarrolle la empatía en la contratación pública de los insumos para la salud.

La cronología desde la Secretaria de Salud pasando por el Seguro Popular hasta la caída del halcón negro llamado INSABI dejan al descubierto que históricamente es un talón de Aquiles al no dotar al profesional de la salud y derechohabientes de los insumos necesarios. El trabajo colectivo para involucrar a los actores que laboran en el escenario de la salud en México, administración pública que integra a los profesionales de la salud, a los colaboradores de las diferentes oficinas que parte desde la elaboración de los requerimientos, planeación de los consumos promedios mensuales, elaboración de la contratación pública con una obligatoria innovación en transparencia y trazabilidad de la competencia económica, con una destaca actuación de las áreas financieras, serán el éxito o nuevo halconazo del sistema de salud en México.

El IMSS y el ISSSTE sobrevivieron estoicamente a un modelo llamado UNOPS, donde se embargó la contratación pública a agentes internacionales con un desconocimiento de las necesidades de los mexicanos.

El IMSS Bienestar ha llegado con la complicada misión de enmendar la plana del INSABI, pero, hoy, la responsabilidad de la contratación pública está en la cancha de BIRMEX, junto con un decreto que otorga control absoluto y creación de la megafarmacia, todos estos elementos bajo la tutela de la Secretaría de Salud.

Ahora entra al escenario la República Sana con tintes de cambio en materia de innovación e infraestructura, con un agente adicional en la cadena de suministro como son: las Farmacias del Bienestar e inclusión de las farmacias privadas en la contratación pública, ambos elementos de consumo, no han sido claramente identificados en un modelo de la administración pública, por lo que su desarrollo tendrá que tener una línea del tiempo para su implementación.

Lo que hoy queda claro es que la industria farmacéutica se encuentra lista para entrar a colaborar y participar en la implementación de la nueva República Sana.